En las redes de distribución eléctrica rurales y suburbanas, los transformadores montados en postes son la columna vertebral del suministro eléctrico local. Sin embargo, estos transformadores están directamente expuestos a riesgos ambientales como rayos, transitorios de conmutación de línea y perturbaciones de la red.
Para proteger estos activos críticos, las empresas de servicios públicos y los equipos de mantenimiento dependen cada vez más del pararrayos instalado directamente en el transformador: un dispositivo compacto y rentable que ofrece gran protección en paquetes pequeños.
En las zonas rurales, las líneas aéreas se extienden a lo largo de grandes distancias, lo que las hace más propensas a descargas de rayos y sobretensiones. Una vez que estas sobretensiones se propagan por las líneas, el primer equipo importante con el que se topan suele ser el transformador montado en el poste.
Sin una protección adecuada contra sobretensiones, un solo evento puede dañar el aislamiento, acortar la vida útil del transformador o incluso provocar fallas, lo que genera cortes de energía y reemplazos costosos.
La instalación de un pararrayos directamente en el transformador (normalmente en el buje o estructura de alta tensión) ofrece ventajas clave:
✅ Desvío inmediato de sobretensión
Los pararrayos desvían las sobretensiones peligrosas a tierra antes de que entren en los devanados del transformador.
✅ Instalación sencilla en estructuras de postes
El diseño compacto permite un fácil montaje sin necesidad de equipos pesados ni modificaciones estructurales.
✅ Funcionamiento fiable en condiciones adversas
Con aislamiento de caucho de silicona y construcción sellada, los pararrayos siguen siendo efectivos bajo la lluvia, el polvo, el calor o la nieve.
✅ No requiere mantenimiento
Una vez instaladas, estas unidades funcionan de forma pasiva y no requieren inspección constante, lo que las hace ideales para ubicaciones remotas y sin personal.
✅ Clasificaciones estandarizadas para voltajes de distribución
Hay opciones disponibles para 6 kV, 10 kV, 15 kV, 24 kV y otros niveles de distribución comunes, lo que garantiza una amplia compatibilidad con los transformadores instalados.
Una compañía eléctrica regional instala pararrayos de 10 kV en todos los transformadores nuevos montados en postes en zonas rurales. Tras la implementación, las fallas de los transformadores relacionadas con las sobretensiones se reducen en más del 80 %, lo que reduce las interrupciones del servicio y los costos de reemplazo de transformadores.
Para los operadores de red, los equipos de mantenimiento y los contratistas de EPC que trabajan en proyectos de electrificación rural, la integración de pararrayos en los transformadores ya no es opcional: es una necesidad práctica para la protección de activos y la confiabilidad del suministro eléctrico.