Los aisladores de celdas son componentes esenciales en los sistemas eléctricos de media y alta tensión. Su función principal es soportar y aislar las partes activas, garantizando la seguridad operativa y la estabilidad dentro de los conjuntos de celdas. Entre los diversos materiales utilizados, la resina epoxi destaca por su excelente aislamiento eléctrico, resistencia mecánica y adaptabilidad a requisitos de moldeo complejos.
En aplicaciones prácticas, seis tipos de aisladores de celdas de epoxy son los más utilizados debido a su confiabilidad y compatibilidad con diferentes configuraciones:
Comúnmente utilizado en montaje vertical u horizontal, soporta partes activas y separa fases en diseños de cuadros de distribución compactos.
Diseñado para soportar mecánicamente conductores u otros componentes, manteniendo el aislamiento. Ampliamente utilizado en celdas con aislamiento en gas y aire.
Instalados entre compartimentos o recintos, estos aisladores permiten el paso eléctrico seguro a través de particiones, a menudo en RMU y gabinetes modulares.
Actúa tanto como carcasa estructural como barrera aislante y se utiliza en interruptores de vacío sellados o en sistemas de distribución con aislamiento sólido.
Combina el aislamiento con capacidades de medición de voltaje o corriente, lo que permite diseños compactos listos para redes inteligentes.
Diseñado para configuraciones específicas o limitaciones espaciales, especialmente en la producción de cuadros eléctricos OEM.
Estos aisladores epóxicos para celdas se utilizan ampliamente en sistemas de celdas de 11 kV a 40,5 kV, especialmente en aplicaciones como unidades de anillo principal (RMU), celdas aisladas en gas (GIS), celdas aisladas en aire (AIS) y celdas aisladas sólidamente (SIS). Su resistencia térmica, resistencia a descargas parciales y precisión de moldeo los hacen ideales para redes de distribución eléctrica tanto de servicios públicos como industriales.
Al seleccionar aisladores, los ingenieros suelen considerar parámetros como la tensión nominal, la línea de fuga, la resistencia a la carga mecánica y la compatibilidad dimensional. Con la creciente tendencia en el diseño de cuadros de distribución compactos y la monitorización de redes inteligentes, los aisladores integrados o híbridos están cobrando cada vez más importancia.